1000.           Cuídate del río que tiene una sola orilla.

1001.           El verso valiente se alza con el ritmo a pesar del poeta.

1002.           En este mundo del estar, no basta ser.

1003.           Ciegos son los ojos que no se miran a sí mismos.

1004.           A este baile de la vida ya venimos disfrazados.

1005.           El disfraz más auténtico es el que menos se reconoce.

1006.           Si la muerte trae disfraz es que no viene por nosotros.

1007.           La mentira no disfraza la verdad: la corrompe.

1008.           Si no hay nadie que se asuste, el rayo prescinde del trueno.

1009.           El prodigio se produce cuando nadie lo espera y para que nadie lo entienda.

1010.           Los zancos no elevan la estatura del alma.

1011.           La acequia de la vida tiene bordes biselados que no permiten otra salida que la compuerta final.

1012.           El espejo contiene todos los rostros que se han mirado en él. Su inocencia es una máscara de azogue.

1013.           Formamos parte de una leyenda que los dioses se cuentan y no se creen.

1014.           El azar nos toma las medidas y el destino nos hace la vestidura.

1015.           No dejes que en tu boda se case otro.

1016.           El hilo del que la vida cuelga forma parte de otras vidas.

1017.           El ojo es menos inocente que la mano, aunque le permitimos más y le vigilamos menos.

1018.           Si puedes, no dudes en cambiar tu destino: ése es tu destino.

1019.           Extraño concepto de la vergüenza: cubrimos nuestra ingle y mostramos nuestro egoísmo.

1020.           Quien deja que le vistan, acaba en un baile que no es el suyo.

1021.           El cómitre cercano te aprisiona más que el alcaide remoto.

1022.           La novedad no puede ser la esencia de la belleza.

1023.           Al final, sólo la chispa última de la llama nos separa de la absoluta oscuridad.

1024.           Somos demasiados solistas para pocos instrumentos.

1025.           Hay un tiempo para recordar futuros: es el presente.

1026.           Sólo el caballo salvaje va donde quiere.

1027.           Entrar rico y salir pobre prueba la honradez del que gobierna.

1028.           No sé qué traje ponerme para matar de hambre a los que hoy corresponda.

1029.           El único reparto justo de la riqueza es que no la haya.

1030.           Matar por matar es absurdo, se necesita un motivo interesado.

1031.           Aunque ahora no la recuerde, hay una razón por la que no debo matar a mis amigos (¿o es un amigo que me aconseja que no razone con la muerte?). Quizá es la muerte quien me indica que no me haga amigo de la razón... No es sencillo saber cómo van unidas las palabras.

1032.           Las escaleras que no empiezan ni terminan no te permiten saber si subes o si bajas.

1033.           Compartir el cuerpo es más fácil que compartir el alma, porque el alma es toda de una vez y no es por partes.

1034.           Para la eternidad hay que ir vestido con ropa que dure.

1035.           En las heces de los unos encuentran semillas los otros.

1036.           Nadie se queda con el último aliento.

1037.           Sobrecoge escuchar, en el vacío sin forma, los ecos de voces que sonaron hace tiempo.

1038.           La soledad es una estatua que espera su forma.

1039.           El grito repentino que nadie ha gritado nos hace temer que nos estén llamando.

1040.           Cuando el dolor se marcha, sigue enviándonos tarjetas.

1041.           En un castillo de naipes, si retiras con mucha delicadeza una a una las cartas de abajo, al final quedará solamente la de arriba, en el aire, sostenida por nada. Hasta ahora no lo ha conseguido nadie.

1042.           La mano es más rápida que la vista. Este truco de ilusionista es el credo de los gobernantes.

1043.           El agua se escurre de una cesta, prueba que no se puede hacer en el seco desierto.

1044.           Con oro no se compra una felicidad de plata.

1045.           El mejor amor propio es el que se tiene a otros.

1046.           Los sere humanos sí sabemos qué hacer con los árboles: quemarlos, ya sea con el fuego o con la mentira escrita.

1047.           Cuando llueve, el aire empapa al agua de aire.

1048.           Si yo fuese chamán, tendría miedo de saber lo que quieren los dioses.

1049.           No se puede sembrar en un arenal, nada arraiga ni detiene ese rápido reloj insobornable.

1050.           La esperanza es un rompecabezas de infinitas piezas, y siempre nos hacemos la ilusión de que la pìeza siguiente es la clave.

1051.           Siempre es otro el del centro del retrato.

1052.           Si eres afilador, recuerda que alguno de tus clientes es la muerte.

1053.           El viajero eterno acaba reconociendo todos los rostros.

1054.           Un maestro viejo cree que todos han sido sus discípulos.

1055.           Cuando la creemos en otro continente, siega en el campo de al lado.

1056.           El vértigo nos indica que también en nosotros habita el abismo.

1057.           Cálzate para volver tus mejores zapatos de ir.

1058.           Una es la dualidad de los tríos formados por cada cuatro de mis temores.

1059.           Recoger lo que han sembrado otros es servidumbre inherente a la vida humana.

1060.           Cálzate para ir tus mejores zapatos de volver.

1061.           La rosa de silencio es una canción coral que no canta nadie.

1062.           Aún hay cien amigos que no tengo.

1063.           Pocos son los escogidos y pocos los llamados (no por el hambre, que escoge a casi todos).

1064.           El espejo de sal no refleja la nube.

1065.           La muerte emplea madres en la sección de fetos.

1066.           A enemigo que huye, matarlo por la espalda.

1067.           Ya la primera vez se odia con eficacia.

1068.           Cuanto más fina la arena, más fugitivo el tiempo que mide su reloj.

1069.           La belleza del escorpión está en su espíritu.

1070.           No es posible explicarle toda la teología ni a la más capaz de las liendres.

1071.           Si eres pecador, no lo perdones todo; deja esa tarea infinita para los inocentes.

1072.           La soledad se desarma con una llave de ideas.

1073.           Si tiene alma, entonces el hexaedro tiene siete edros.

1074.           Cuando un amigo da la vida por otro ¿qué hace éste con la vida sobrante?

1075.           La libertad no puede comprarse justa, para no quedarse sin ella en cualquier prepotencia.

1076.           Antes que la función existe el reglamento.

1077.           Inestable es la condición del albedrío.

1078.           A pie cruzamos ahora océanos de otro tiempo.

1079.           No sirvas a un amo que no se respete.

1080.           Pon un nombre a cada pena si quieres recordarlas.

1081.           La felicidad es artesana, no puede pedirse por catálogo.

1082.           Los que desfilan al final nunca saben ante quién se desfila.

1083.           La semilla que arrastra el viento se ancla en cualquier parte.

1084.           En un mar sin orillas, todas las naves van a la deriva.

1085.           En el país deforme, los formes son deformes.

1086.           El ancla sujeta el universo a tu barca.

1087.           O la justicia es numérica o no es justicia.

1088.           Es inútil jugar cuando no quiere la pelota.

1089.           El corazón se para si la sangre es de plomo.

1090.           Por la noche presumen de blancos los gatos pardos.

1091.           Grises son los aceros del otoño, por doradas que hayan sido las palmas del verano.

1092.           La soledad que no sabe teñirse de cobre, la deshace el estaño en un bronce cascado.

1093.           No es posible sentir a la vez dos penas inmensas.

1094.           Las lágrimas pares son de compañía.

1095.           Una isla en la nada hereda el que traiciona.

1096.           Hay una edad en que la mujer peligra; ya tiene la regla, pero no tiene el compás. El pobre cartabón peligra siempre.

1097.           Nada aleja a la carroña de su buitre.

1098.           A cierta distancia, ganar es perder y perder es ganar.

1099.           El hielo derrite una coraza de fuego.

1100.           Mientras no hagas daño a nadie, defiende tus torcidos.